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Las Delicias de Mamá, puro sabor casero

Ana Isabel Ramírez Moya, a sus 43 años tomó la decisión de emprender. Con la convicción de tener su propio negocio para sacar adelante a sus tres hijos, inauguró en la urbanización Caminos del Progreso del municipio de Turbo en Antioquia, el restaurante Las Delicias de Mamá, el cual desde su apertura ha sido su fuente de fortaleza y templanza. 

Fue madre a corta edad, razón por la cual se vio en la necesidad de abandonar sus estudios para buscar empleo. Gracias a esto, logró desde joven forjar una gran experiencia en las tareas de cocina, atención al público y manejo de alimentos, labores que la hacían sentir cómoda y con una gran empatía.  

“Me acostumbré a trabajar desde joven, mi motivación eran mis hijos y ahora llevo más de 20 años en esto, creo que desde el principio fue una vocación. Después de los primeros años, pensaba: algún día debo tener mi propio negocio. Gracias a mi proactividad, la dueña del restaurante donde trabajaba me dejaba encargada cuando no podía asistir o se iba de vacaciones, yo sabía que era mi oportunidad para ir aprendiendo y así cuando pudiera, abriría mi local”, aseguró la antioqueña. 

Con el paso del tiempo sus hijos crecieron, así como su idea de tener un negocio; fue entonces que, con 39 años, tomó la decisión de retomar sus estudios y terminó el bachillerato, tarea que no fue fácil, pero eso no se convirtió en una barrera. Además, al graduarse, entendía que seguir preparándose era clave para su meta final de ser emprendedora, por lo que también hizo un estudio técnico en mercadeo y ventas. 

A medida que estudiaba y trabajaba, se propuso ahorrar para hacer realidad el sueño. Cada mes con lo que le iba sobrando del sueldo, compraba algún artículo para su local; así fue adquiriendo varias cosas y, un día, se le presentó la oportunidad de negociar un carro freidor, que uso para tener un segundo empleo. Dividía su tiempo de 8 de la mañana a 4 de la tarde en el restaurante, luego salía a vender productos en el carro, eso le permitió guardar aún más dinero para su negocio. 

Hace dos años, después largas y agotadoras jornadas laborales, Ana Isabel tomó la decisión de crear su negocio. “El nombre de Las Delicias de Mamá surge porque evoca los sabores caseros que siempre nos dan en nuestros hogares. Empecé vendiendo pasteles, palitos, empanadas, gaseosas y jugos, esas cosas como más típicas y sencillas. El quiosco era muy pequeño y lo atendía yo sola, ahora está otra persona y dependiendo del día, llamó a otra muchacha para que me ayude”.  

El camino del crecimiento

Ana Isabel siempre ha tenido claro que la preparación y el estudio son claves para un mejor futuro, por eso estuvo pendiente de cómo seguir capacitándose después de finalizar su carrera técnica, fue así como conoció EMPROPAZ. El proyecto abrió sus convocatorias en la región y no dudo ni un solo segundo en presentarse; ingresó al programa donde se formó en diferentes aspectos que le servirían para implementar en su unidad productiva. 

“Cuando ingresé la formación me hizo entender que estaba teniendo unos malos hábitos financieros, me enseñaron la importancia de ahorrar y cómo hacerlo. Antes desperdiciaba mucho la plata, también aprendí a darle un manejo administrativo y financiero, el acompañamiento que me dieron fue realmente bueno porque estaban muy pendientes de mí; esa atención ofrecida me hizo comprender que yo debía dar ese servicio a mis clientes, pues la atención es de los más relevante en cualquier emprendimiento”, explicó. 

Con el capital que recibió también amplió la zona en la que ubica las mesas, se dotó de más implementos como cubiertos, menaje general y un nuevo refrigerador, entre otros. “Estoy muy agradecida, sigo creciendo y transformando mi unidad productiva, con esfuerzo hemos podido tener trabajo y también poder brindarlo”. 

Al tener un buen desempeño y cumplir con el proceso de formación de EMPROPAZ, Ana Isabel fue elegida para recibir un crédito semilla por parte de Bancamía, convirtiéndose en una de las primeras emprendedoras en obtenerlo, con lo que decidió crear una nueva línea de negocio: servicio de restaurante. Lo puso en funcionamiento en una época ideal -la pandemia-. Con los ingresos que ha obtenido con la venta de almuerzos, ha compensado la disminución de las ventas en otros productos en tiempos difíciles.  

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