Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Hablemos

Saira Inés Guerrero, una emprendedora de la paz en Putumayo

Putumayo está lleno de paisajes, bosques, naturaleza y personas que han trabajado para transformar el departamento. La historia de Saira Inés Guerrero Carvajal es una de ellas.  Se podría considerar una mujer multifacética, quien ha dedicado parte de su vida para ayudar a otros habitantes de su departamento.
 
Creció en Mocoa, junto a su familia, y al terminar el colegio se mudó a Pasto para estudiar Dibujo Técnico. Al finalizar regresó a su ciudad natal; estando allí trabajó durante un par de años con un tío que era arquitecto, pero Saira Inés quería seguir aprendiendo, deseaba ir más allá y convertirse en profesional. Por eso, se postuló a la Universidad Nacional para estudiar Arquitectura y fue admitida, entonces tuvo que trasladarse a Manizales para desarrollar su carrera.
 
Al graduarse como arquitecta quiso alistar sus pertenencias y retornó a Mocoa. Su tío, nuevamente le abrió las puertas y comenzó a trabajar en la oficina de arquitectos, pero ahora era uno de ellos.
 
La apuesta por la paz y por la naturaleza
 
Después de varios años trabajando con su tío, llegó el momento de experimentar algo diferente. En el fondo, deseaba ejercer su vocación de ayudar a otras personas y se le presentó la oportunidad de ingresar al Grupo de Reparación Colectiva, el cual trabaja en la restitución de derechos y capacidades a víctimas del conflicto armado y la violencia, a través de esa labor, cumplió su sueño de trabajar en favor de quienes lo necesitaban.
 
Puso su experiencia como arquitecta en servicio y ejecutó planes de reconstrucción de escuelas, restauración de cascos urbanos y fachadas, entre otras tareas, pero decidió ir más allá, pues siendo una convencida que la paz podría transformar el Putumayo y Mocoa, hizo parte de la estructuración de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), enmarcados en el Acuerdo de Paz. Sin duda, Saira Inés, estaba poniendo todo su empeño en favor de la prosperidad de su gente.
 
¡Un emprendimiento para todos!
 
Al mismo tiempo que trabajó en estos proyectos sociales, ella y su hermana desarrollaban una iniciativa propia: construir una casa de barro para el cultivo de orellanas -una especie de hongos- ya que, al ser vegetariana, Saira Inés sabía que era un buen suplemento de gran valor proteínico, entonces decidieron producirlo para comercializarlo en la zona.  
 
“Encontramos un terreno y unos fondos financieros. Empezamos a sembrar y de a poco fuimos creciendo. El producto se daba muy bien en el ambiente de la zona, entonces sembramos más y más, los cultivos tenían las mejores condiciones en la casa de barro. La construimos nosotras con la ayuda de un maestro y yo me encargué del diseño”, explicó la emprendedora.   
 
Después de unos meses de estar trabajando con la orellana, hubo otra idea para el negocio que les permitiera fortalécelo y aumentar el catálogo de artículos; tomar el aceite que se usa en la cocina para reciclarlo, después de aplicarle un proceso de transformación salían otros productos como jabón líquido o en barra para lavar ropa, de allí se desprendió otra línea de negocio que iba en sintonía del cuidado del medioambiente. De esa manera, Semilla in Selva, seguía posicionándose.
 
Esto trajo como resultado que la unidad productiva fuera invitada desde la Red Nacional de Agricultura Familiar a vender sus productos en ferias que se realizaban de forma mensual. “La gente nos preguntaba dónde nos ubicábamos y entonces decidimos abrir un local para la comercialización, estábamos teniendo una buena acogida”, resaltó Saira.
 
Teniendo estudios en Dibujo Técnico y siendo una arquitecta, la emprendedora quería seguir aprendiendo para llevar más allá su negocio, entonces se presentó al programa de formación especializada gratuita que brinda Empropaz.  
 
“Mi perfil me daba conocimientos en distintas áreas, pero podía complementarlo con asuntos del cómo plantearse metas y objetivos claros en un emprendimiento, eso me lo permitió Empropaz. Supe el camino para proyectar lo que se requiere en la parte administrativa. Ahora, se entiende la importancia de la planeación para la revisión de cuentas, proveedores, cantidad insumos y lo financiero”, agregó.
 
Semilla in Selva no es simplemente un emprendimiento en el que se venden los productos de orellanas y jabón ecológico, es también un punto en el que se comercializan distintos artículos de campesinos y de personas que a lo largo del tiempo Saira conoció cuando las ayudó en los proyectos sociales -por ejemplo- madres cabeza de familia y víctimas de la violencia.
 
“Mi tienda es un espacio para ayudar a los demás comerciantes del departamento, quienes traen productos representativos de la selva amazónica y la región. La meta es apoyar los artículos colombianos y los que son saludables. Otro de los conceptos es vender a granel, con la finalidad de que los habitantes compren la cantidad que requieren, ni más ni menos; generando una conciencia de consumo responsable, evitando que se desperdicien alimentos y cuidando el medioambiente”, concluyó Saira. 

Comparte esta publicación

‘Vivero La Goya’, un cultivo en crecimiento

En Carepa, Antioquia, está el ‘Vivero La Goya’, el negocio de Gloria Emilse López, una emprendedora de 59 años llena de energía y determinación, quien está haciendo florecer su sueño. ¡Conoce su historia aquí!

¡Conoce nuestras convocatorias!

Inscríbete aquí.

Si tienes más dudas contáctanos

Corporación mundial de la mujer Colombia

Corporación mundial de la mujer Medellín

En alianza con: