A los 24 años, Heidy Villanueva Franco recicló por primera vez en su vida. Hoy, con 29 años, son más de 300 toneladas de residuos las que ha recuperado junto a su esposo Felipe Isaza Rendón, con quien creó Ecológica Recicla, una empresa ubicada en Carepa, municipio del Urabá antioqueño.
Estudió Comunicación, pero hoy se considera, ante todo y con un sentimiento de mucho orgullo, una recicladora. Estaba en Italia cuando tuvo esa experiencia inicial del reciclaje que se le hizo increíble, especialmente porque encontró un lugar agradable, muy diferente a lo que se veía en Colombia y se preguntó: ¿Por qué nadie me había enseñado esto?
De regreso al país, una coincidencia dio origen a la que hoy es una empresa en crecimiento. “Felipe me recibió en el aeropuerto y me dijo: no te vas a asustar porque en la casa hay un montón de residuos”. Él, estudiante de Ingeniería de diseño de producto, había cursado una materia que le sembró un interés especial por el aprovechamiento de los residuos. Y así, con esta motivación común, empezaron a crear una ruta de recolección en Envigado.
Iniciaba el 2019 y la montaña de basura -que no es basura- crecía. Los altos costos de almacenamiento en la ciudad llevaron a Heidy a pensar en su tierra, y con Felipe y un millón de pesos se fueron para Carepa, finalizando el año.
Hacerlo diferente
El propósito inicial de recolección y comercialización evolucionó. “Me senté con Pipe y le dije: ‘Debemos hacerlo diferente. Las personas en Urabá no sabían qué era reciclar y yo quería que lo hicieran no por una retribución económica, sino por convencimiento propio”.
Tenía claro que la región necesitaba educación y así crearon un aula abierta donde intercambiaban conocimiento por reciclaje. Las personas empezaron a llegar para tomar clases de inglés, especialmente.
Y asimismo, fueron llegando voluntarios de diversas partes del mundo como África, Italia, Suecia, Australia, quienes visitan a Urabá exclusivamente para compartir sus conocimientos y, a la vez, participar en las labores de recolección, convirtiéndose en verdaderos referentes para las comunidades.
De esta manera, en las veredas se ha construido una red que cuenta hoy con más de 3.000 personas, pertenecientes a 10 comunidades de reciclaje colaborativo que, voluntariamente, separan los residuos y los entregan, porque tienen claro que es un beneficio para ellas, ante todo.
Al mismo tiempo, han desarrollado una labor con recicladores tradicionales. “Son personas que han sido engañadas en el pasado, cuya labor ha sido despreciada. Nosotros hemos aprendido de ellos y al mismo tiempo les hemos ofrecido un modelo de empleo remunerado, que les da dignidad”, cuenta Heidy.
El modelo de negocio
Esta pareja tenía claro que el negocio no era sostenible solo con las clases sobre reciclaje. Por eso, se mantenían atentos a las oportunidades como la que les llegó al ser parte de Empropaz.
En principio Heidy no creía que sería seleccionada, pero se inscribió y pronto empezó a recibir el acompañamiento de su asesora Liliana Maussa. “Con Empropaz le dimos forma al negocio; hicimos la misión, visión, propuesta de valor, estructura financiera, y adicionalmente, tomamos el servicio para el cambio de imagen con la Corporación Mundial de la Mujer Medellín”.
Esta asesoría les ha sido de utilidad para definir un paquete de servicios que ofrecen a las fincas bananeras donde descubrieron un gran potencial. De las 400 existentes, ya hay 7 que Heidy denomina “fincas ecológicas”, las cuales han adquirido los servicios de capacitación, recolección y asesoría, que les permiten cumplir una labor ambientalmente responsable y al mismo tiempo contribuir al bienestar de la región donde se asientan.
‘Ecológica’ cuenta con estaciones de reciclaje, ecopuntos para las botellas y alcancías de árboles para el papel, como denominan los puntos de recolección de papel. Además, de una red de clientes y aliados claves en la comercialización. Entre los proyectos a futuro se encuentran: construir un centro de educación ambiental para Urabá, aumentar el número de fincas ecológicas, con el propósito primordial de que el reciclaje sea un hábito en las personas.
Los fundamentales de Ecológica
Heidy y Felipe comparten las claves del éxito para Ecológica:
“No pagamos por los residuos; los intercambiamos por conocimiento”
“Hacemos a las comunidades partícipes del proceso”
“Involucramos voluntarios del mundo”
“Hacemos del reciclaje una experiencia agradable”
“Valoramos a los recicladores”