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Conoce la historia de Sandra Yamile Salazar

Sandra Yamile Salazar es una mujer emprendedora de Medellín de 31 años, nació en San Carlos, un municipio de Antioquia ubicado a aproximadamente 8 horas de la ciudad de Medellín, en el seno de un hogar humilde sin su padre al que conoció a la edad de 17 años; su madre María Rocío Salazar la sacó adelante a pesar de las adversidades; ella trabajó en casas de familia como muchas mujeres en Colombia, ganando un sueldo de 100.000 pesos ($31USD) de los cuales gastaba 90.000 pesos ($28 USD), además compartían un mismo plato de comida para no tener que pasar necesidades ni gastar de más, pues había que cuidar cada peso. 

Al ver la situación de su casa Yamile empezó a trabajar desde muy niña, dejó la escuela rural en 5° de primaria y allí conoció el valor del dinero vendiendo puerta a puerta arroz, hojuelas, ayudaba a doña Rocío con la venta de pasteles de pollo, organizaba la ropa o la cocina de las vecinas, realizaba peinados para eventos especiales, entre otros; su relación con los billetes y las monedas es de prosperidad, constancia, disciplina y confianza pues de la historia de su vida aprendió que ahorrando se construyen los sueños. 

A los 15 se años se mudó a la ciudad de Medellín, y a los 18 años inició sus estudios en costura en la Fundación Impacto Social, allí no sólo aprendió varios cortes y técnicas, sino que empezó a visualizar su futuro creando su propia marca de ropa y montando su propio taller de confección; al graduarse su madre le obsequió su primera máquina de coser, con ella, fabricó su vestido de graduación y de ahí en adelante todo su vestuario. 

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Luego de ver que sus diseños tenían acogida comenzó a elaborar faldas de las cuales sus amigas vivían enamoradas y creyó que su camino era la moda femenina, fue tanta la acogida que una de ellas le ofreció un intercambio (faldas por materia prima); sin embargo, su hija Ana Lucía nació hace 9 años y por amor a ella decidió incursionar en la moda infantil, y sin darse cuenta, sus creaciones encantaban a las personas que estaban  en su entorno; fue así como comenzó a comprar retazos de empresas mayoristas y así empezar a confeccionar a mayor escala. 

 Su viaje como emprendedora inició hace 8 años de la mano de Bancamía, allí se acercó para solicitar un préstamo que la entidad le hizo por 3.000.000 millones de pesos ($928 USD) y como ella expresa -fue su puerta con camino al éxito-, “al no tener vida crediticia nadie confiaba en mí y gracias a Bancamía empecé a surgir para poder continuar con este sueño”. Este primer crédito lo invirtió para comprar una máquina fileteadora, una máquina plana y el resto del dinero invertirlo en retazos para coser. Inicialmente, Yamile confeccionaba sus prendas sola pero los pedidos fueron creciendo de tal manera, que tuvo que contratar a una persona para que la ayudara. 

En uno de sus tantos recorridos repartiendo sus pedidos, Yamile se fue encontrando historias de madres cabeza de hogar que se encontraban tristes pues su trabajo las obligaba estar tanto tiempo alejadas de sus hogares, fue así como sin querer, Yamile empezó a enseñar a estas mujeres que poco a poco se fueron quedando a trabajar con ella en su pequeño taller; y poco a poco, pasó de tener unas pocas máquinas a contar con 12. 

Después de un tiempo Yamile se fue dando cuenta que no quería convertirse en una jefe para estas personas, por el contrario, quería brindarles herramientas para que salieran adelante con sus familias, fue así como decidió tomar un segundo crédito por 5.000.000 millones de pesos ($1546 USD) con este compró máquinas para que ellos pudieran llevárselas y trabajar desde sus casas, y a punta de trabajo ellos las pagaban; sin buscarlo nacieron los satélites donde Yamile sólo cortaba y cada uno de ellos terminaba el trabajo en sus casas. Meses después Yamile decidió que era tiempo de poner sus diseños en las manos de todos los paisas, fue así como consiguió unos móviles para vender sus prendas en puestos ambulantes, con lo que generó más empleo pues cada vez más crecía el volumen de pedidos mayoristas y minoristas a través de una cadena de producción que ella misma fue creando. 

Ahora, Yamile cuenta con 27 satélites y la empresa cuenta con zona de corte, de estampación, bodega de almacenamiento, ensamble, y está generando trabajo a más o menos 90 personas; y vive agradecida con su madre Rocío pues sin su confianza, amor y enseñanzas de la vida no sería la mujer que es hoy.