Yesenia Elizabeth Gómez Jácome es una diseñadora de 41 años, quien salió de la ciudad de Valencia, ubicada en el estado de Carabobo en Venezuela, dejando atrás su empresa de diseño y confección cuando la situación en su país se tornó difícil y tuvo que buscar alternativas de la mano de su familia.
Llegó a Medellín en 2017 con su esposo Héctor Hernández, estudiante de contaduría y quien se desempeña como cajero en un mercado, y sus hijos Natasha y Luis Francisco, que hoy tienen 21 y 8 años respectivamente.
Probó como independiente y como empleada, hasta que decidió comenzar su propio negocio, como lo había hecho en su tierra. Esto fue posible gracias a un crédito de Bancamía, que destinó para la compra de máquinas e implementos para dotar un taller de maquila, elaborando prendas para otras macas.
Hace un año llegó a Empropaz. “Ya había tomado algunos créditos con Bancamía y me invitaron a pertenecer a Empropaz. Yo ya estaba con el asunto del emprendimiento porque siempre lo he hecho”, cuenta Yesenia, quien en este momento ya está posicionada como una microempresaria.
La formación empresarial que recibió le ha ayudado a organizar su unidad productiva, así como a revisar su estrategia y visión empresarial. De esta forma, pudo plantear objetivos y valores a resaltar en su negocio, reflexionar sobre su factor diferenciador en el mercado y visualizarse en el tiempo. También destaca la pertinencia del acompañamiento comercial para focalizar sus servicios en un público específico. En el área contable y financiera ha logrado desarrollar un hábito de registro de operaciones que antes no realizaba.
Todo esto le ha permitido crecer y generar empleo para otras personas, aumentar sus ventas, diversificar su portafolio y ampliar el número de clientes.
Nace Eli Gómez
En las asesorías con Empropaz, Yesenia encontró no solo la asesoría técnica, sino también el acompañamiento para fortalecer aspectos del ser para emprender . “Traer tu vida en dos maletas no es fácil, no puedes cargar nada material. Lo que sí viene contigo es la parte espiritual”, dice la empresaria que esto fue lo que la sacó adelante, ayudarse como familia y en el programa encontró el apoyo para sacar las fuerzas que le hacían falta.
Con este apoyo, dio el siguiente paso: crear su propia marca. La maquila le generaba los ingresos para vivir, pero soñaba con hacer sus diseños y darles un sello personal. Se preparó para esta nueva historia, juiciosa se apuntó a las asesorías que le permitieran desarrollar habilidades empresariales y empezó a trabajar de manera diferente. En la actualidad, se dedica por completo a su marca y hasta se descubrió con talento para la docencia, por lo cual dicta cursos de confección a la par que lidera su negocio.
“Dejó muchos miedos, comenzó a poner límites, a tomar decisiones importantes para ella, su familia y negocio, y a tomar acciones de autocuidado porque ni siquiera dormía por trabajar”, cuenta la asesora psicosocial de Empropaz, Erika Ramírez.
Cuenta la empresaria que la construcción de la marca le tomó tiempo: elegir los productos, los colores, la imagen, la fotografía, los canales, el nombre; crear algo que reflejara lo que ella quería transmitir, desarrollar un plan o un camino para llegar a sus metas, todo fue una experiencia en la que dio pasos seguros.
Hoy elabora pijamas, ropa interior y exterior para mujeres. Describe sus productos como “prendas versátiles, cómodas y básicas, que funcionen para descansar, pero también para una salida corta de manera relajada”.
También descubrió una nueva forma de crecer mediante el “trueque” o red colaborativa. Yesenia ha encontrado en el camino fotógrafos que no tenían cómo poner en práctica su oficio y con ella lo hicieron, personas que le han ayudado en sus redes sociales, en fin. “Nos hemos unidos y tejido lazos cada uno con su emprendimiento, ayudándonos mucho”, destaca Yesenia.
Ella considera como exitoso el proceso con Empropaz por su crecimiento en cuanto a la organización en la estructura de la empresa y también en la parte emocional. Sumado a esto, resalta el papel importante de la familia y de la comunidad de venezolanos en el país, lo cual le ha permitido tener la fuerza para trabajar en equipo y materializar sus sueños.