Con apenas ocho años de edad Amarlys Beatriz Núñez Pacheco confeccionó su primera prenda: una falda para su hermana. Desde muy niña se sintió atraída por el diseño de modas y la confección, esta mujer de 43 años, nacida en Córdoba, creció en el campo donde se enfrentó muchas veces a difíciles situaciones que la hicieron más fuerte.
Por la compleja situación que ha vivido Colombia, tuvo que desplazarse con su familia. Al tener 15 años y cuando estaba en el colegio, fue madre por primera vez. Abandonó sus estudios para criar a su hijo. Con el paso de los años, quedó embarazada y fue madre por segunda vez, por lo que dedicaba todo su tiempo a las tareas del hogar, a la crianza de sus pequeños y también sacaba algo de espacio para confeccionar prendas sencillas y así obtener ingresos.
A pesar de esto, sabía que para darle un buen futuro a sus pequeños tenía que superarse a sí misma, por eso, aunque habían pasado muchos años, se puso la meta de culminar una tarea que tenía pendiente: graduarse de bachiller. Se mentalizó y lo logró en 2011. Inmediatamente, empezó cursos de confección para perfeccionar sus habilidades, luego inició la carrera de Diseño de Modas, pero el lugar donde estudiaba cerró.
No se dio por vencida, continuó trabajando y pagó clases particulares con parte del dinero que ganaba, lo cual le permitió perfeccionar su talento. De un momento a otro, su padre le propuso que arrendaran una casa, ella aceptó y en ese lugar ubicó un espacio para tener su taller.
“A pesar del miedo saqué el valor y empecé desde cero, quise arriesgarme con un sitio propio y en 2011 abrí: ‘Amarnu, creando con amor’. Gracias a la dedicación que le puse a la unidad productiva, sumado al esfuerzo de mi papá quien también trabajaba mucho, pudimos comprar la vivienda y adecuar de mejor forma las instalaciones para el negocio”, cuenta Amarlys.
Ella, que comenzó haciendo pijamas, hoy se dedica a diferentes artículos entre los que se destacan la alta costura como: conjuntos, blazer, vestidos elegantes y enterizos, sin dejar de lado otros productos como ‘mochos’.
Diez años después de crear su marca, en el 2021, conoció a Empropaz. Según cuenta, el Programa le cambió su vida empresarial, ya que ella -asegura- aprendió a ser más organizada y trazarse objetivos para estructurar su negocio, ya que antes simplemente vendía, pero no planificaba para el futuro.
“Me faltaba mucho conocimiento de cómo manejar una empresa para crecer, el cómo organizar el local, el proyectar la compra de insumos y conocer los porcentajes que deben ser reinvertidos sobre las ganancias, además de cómo manejar el dinero, los presupuestos y todos esos temas tan vitales; todo eso se lo debo a la formación especializada de Empropaz”.
Con el acompañamiento que el Programa le brindó, Amarlys formalizó su marca y logró tener un aviso en su local, de igual manera, ella recibió un crédito semilla de Bancamía, entidad líder del programa. Los recursos los invirtió en una máquina de coser, ya que ahora cuenta con dos operarias y necesitaba darles implementos, también uso el dinero para adquirir más insumos, para que sus trabajadoras pudieran aumentar la productividad.

‘Chocoviana’, la muestra del talento joven en Chigorodó
Conoce más del proceso de emprendimiento de ‘Chocoviana’ y cómo ha pulido sus procesos gracias a Empropaz, ¡una muestra de talento joven en Chigorodó