Es un municipio ubicado en el departamento del Meta, a 119 kilómetros de Villavicencio, San Juan de Arama es un pueblo hermoso conocido como ‘la puerta de entrada a la Sierra de la Macarena’. Su población es de un poco más de ocho mil habitantes, a quienes se les conoce como los sanjuaneros. Su fundación data del 19 de enero de 1.537, pero la población sufrió de traslados y cambios de nombre en diferentes ocasiones, hasta establecer su nombre actual el 17 de noviembre de 1966.
El municipio es un hogar de innumerables paisajes que descrestan a sus visitantes; cuenta con una gran variedad de ríos y senderos, haciéndolos propicios para la práctica de deportes extremos como el rafting y el ciclomontañismo. El turismo ha ido ganando espacio como fuente de ingresos en los últimos años y las autoridades locales trabajan en el posicionamiento de sus tres rutas turísticas:
- La ruta de El Embrujo Llanero o Ruta Turística del Ariari: inicia en Villavicencio para disfrutar del Piedemonte Llanero, para luego flanquear la Cordillera Oriental, después se atraviesan los municipios de Acacías, Guamal, Castilla la Nueva, San Martín, Granada, Fuentedeoro para -finalmente- arribar a San Juan de Arama.
- El cerro del indio acostado: en San Juan de Amara se ubica el famoso ‘Indio Acostado’, una zona montañosa que forma la figura de un indio acostado y que puede ser contemplada desde la carretera; la leyenda dice que el ‘Indio’ es protector de campesinos de la zona. Todo se complementa con trochas y senderos que llevan a cascadas y aguas termales de uso medicinal, razón por la cual es visitado por miles de personas cada año.
- El salto de Santo Domingo: probablemente es la ‘joya de la corona’. Desde el Centro poblado de Peñas Blancas, se ubica a diez kilómetros por trocha. El salto de Santo Domingo es una caída de cien metros de altura, con aguas trasparentes que deja ver un fondo rocoso. Todo el sector es perfecto para practicar turismo ecológico, además hay la posibilidad de acampar.
Otra de sus actividades económicas es la ganadería, por lo cual es fácil encontrar restaurantes con la gastronomía propia como una carne a la llanera, sus calles permiten disfrutar de la cultura que irradian sus habitantes. La agricultura también tiene un rol muy fuerte dentro de la vida diaria, donde se destacan productos como cacao, café, caucho, guayaba, papaya, plátano y yuca.
Entendiendo todo el potencial que tiene la región para fortalecer sus actividades y generar empleo, EMPROPAZ le ha apostado a la formación y acompañamiento de emprendimientos y microempresas que desean seguir transformando a su región, siendo parte del tejido empresarial del país.
Un impulso para la región
Ante este panorama, es claro que el departamento tiene todas las posibilidades para ser un impulsor de la economía, pero requiere de apoyo y por eso EMPROPAZ le apostó a brindar acompañamiento socioempresarial (formación) a 93 emprendedores y 80 microempresarios, quienes han podido capacitarse en diferentes temas para hacer que sus unidades de negocio sean exitosas, se mantengan en el tiempo y contribuyan al renacer de la economía colombiana.
De igual manera, Bancamía, entidad que lidera el proyecto, ha brindado la oportunidad de tener finanzas productivas a 940 personas del departamento, es decir, se han visto favorecidas con soluciones bancarias como microcréditos; productos de ahorro e inversión; seguros; y la promoción de la asociatividad, lo que se traduce en un proyecto integral que le permite a los habitantes de la región formarse, emprender y tener los recursos para desarrollar los negocios de sus sueños con acompañamiento profesional, transformando sus vidas y a su departamento.