Aún cuando la crisis económica producto de la pandemia ha afectado diversos sectores productivos del país, cifras oficiales de FEDECACAO revelan un crecimiento del 6 % en la producción de cacao durante el primer trimestre del 2020, con una producción que supera el mismo período del año anterior en 891 toneladas.
Por demás, en 2019 las fincas cacaoteras del país fueron capaces de producir hasta 3.000 kg de este fruto por hectárea. Esto, sumado a las afirmaciones de la Organización Internacional del Cacao, que revela que solo el 5 % del total de la producción mundial corresponde a cacao fino de sabor y aroma (el cual se produce en Colombia) ubica a nuestro país en una posición privilegiada para satisfacer tan amplia demanda.
Dentro de este fructífero mercado se desempeña José Ruperto Hoyos, habitante de Fuentedeoro – Meta, experto productor que ha encontrado dentro de Empropaz la oportunidad de optimizar su microempresa.
La experiencia como pilar del éxito
José Ruperto Hoyos, esposo de Silvia Umaña y padre de tres mujeres, ha dedicado 20 de los 50 años de su vida al negocio del cacao, pero hace apenas 6 que tomó la decisión de especializarse en la calidad del fruto, después de que su ‘Finca Santa Mónica’ resultara ganadora del Premio Cacao de Oro del departamento del Meta.
Gracias a su experticia tiene claro aspectos tales como la preferencia de los consumidores a nivel internacional por el producto cultivado de manera responsable, con certificaciones sostenibles y de origen orgánico, por lo cual se esmera en que su producción sea lo más limpia posible “es un trabajo que se puede realizar en familia, siempre con tendencia a mejorar el medio ambiente”.
Así es que hoy por hoy “en la Finca Santa Mónica, estamos produciendo cacao tipo Premium, en ocasiones fino y extra fino” comenta, el cual ha podido exportar a países como Canadá, Estados Unidos e incluso, Irán.
El aprendizaje: un impulso hacia el progreso
Este fuerte y dedicado trabajador del campo llegó a Empropaz hace aproximadamente un año, tiempo en el que se ha sentido respaldado frente al manejo de su negocio, pues afirma “hemos tenido una persona que ha estado muy cerca de nosotros, apoyándonos en las capacitaciones”.
Dentro del programa está aprendiendo diferentes temas, entre ellos a llevar la contabilidad de su empresa, formalizar los inventarios, hacer una planificación estratégica y realizar un control de calidad, siendo el último tema de gran relevancia para él tal como menciona “para nosotros fue importantísimo ese tema, puesto que nosotros producimos cacao de calidad”.
Adicional, el estar en Empropaz ha impactado también su entorno personal. “Hemos aprendido a sobrellevar y manejar el rol de las personas, del cómo desarrollar el plan de vida entre hijos e hijas, esposa y esposo” son las cosas que más destaca José Ruperto que han marcado una diferencia tanto en su vida, como en la de quienes trabajan con él.
Tiempos de crisis transformados en momentos de optimización empresarial
“Empropaz nos ha servido para afrontar esta crisis, puesto que en el tiempo en el que no hemos podido estar en la empresa, nos hemos dedicado a organizar el tema de todo lo que hemos aprendido” relata el microempresario cuando se le pregunta sobre la forma en que se mantiene activo en el presente con el apoyo que se le ha brindado.
Esto pues, el aislamiento y las restricciones que surgieron por el virus afectaron sus finanzas, pero como él mismo se repite cada día “no podemos quedarnos sentados llorando sino seguir para adelante” pues “esto es una empresa rural, en la cual trabajamos todo el tiempo con cacao y plátano, nosotros no podemos parar”.
Por lo mismo agradece al programa “que nos está ayudando en el tema de comercializaciones, hemos tenido buenos contactos, para nuevas comercializaciones de cacao (…) con todo lo que nos han colaborado, hoy podemos decir que ya empezamos a tener nuevos clientes con los que estamos en negociación”.
Es así como José Ruperto se mantiene optimista y le dice a todos los emprendedores y microempresarios “tenemos que reinventarnos y reinventarnos es cambiar la forma de trabajar, gastar menos y tratar de producir más”, así como él a través de la optimización de recursos y un cambio de mentalidad ha mantenido su negocio vigente, especialmente porque sabe que “el pueblo nos necesita como campesinos, nos necesita mucho”.
Por eso invita a “todas aquellas empresas que quieren salir adelante, que no paren, que sigan adelante, que mediante Dios de esta salimos todos”. Si estás interesado en conocer más experiencias de los participantes Empropaz que como José Ruperto, no se han detenido ante las adversidades, puedes encontrarlas en nuestra sección “Historias”.

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