Es importante que conozcas el concepto de innovación y asimismo, que lo apropies en tu microempresa, pues es un elemento clave a la hora de llevar tu negocio a otro nivel, permitiéndole crecer y posicionarse en el mercado.
Cuando hablamos de innovación, nos referimos a la creación o modificación de un producto o servicio, otorgándole un carácter novedoso, orientado a una mejora, para convertirlo en algo más útil y funcional. Los resultados se ven reflejados, ofreciendo respuestas a los cambios en las oportunidades de venta.
Al innovar se rompe la cotidianidad con dinamismo, permitiendo explorar nuevas alternativas y mecanismos, alcanzar nuevos segmentos en el mercado y llevar consigo un posicionamiento de marca, con el fin de ofrecer mejores experiencias de servicio y así, aumentar resultados de crecimiento en el negocio. Por tanto, en Empropaz queremos guiarte en este proceso.
Dos caminos para innovar
La innovación se divide en dos procesos fundamentales: innovación disruptiva e innovación incremental, estas se ponen en práctica para un mejor desarrollo en el momento de ejecutar este concepto.
Cuando nos referimos a innovación disruptiva hablamos de cambios extremos en el producto o servicio, consiguiendo una revolución en la industria y una adaptación dentro de la misma. Es importante mantenernos actualizados e ir al ritmo de la tecnología para dar provecho a la segmentación de nuestros clientes.
Por otro lado, la innovación incremental se refiere a pequeños ajustes que ayudan a aumentar la eficiencia del producto o servicio; esto nos trae beneficios en múltiples aspectos, como lo son:
- Mejorar el proceso productivo, haciéndolo más eficiente.
- Aumento en las características del producto o servicios, satisfaciendo las necesidades de los clientes, adaptando cambios en el diseño. Por ejemplo, envasar en cantidades más pequeñas para llegar a un grupo de clientes de menor capacidad económica.
- Modernizar el empaque y presentación del producto o servicio, generando cambios en el aspecto físico del producto, de esta forma hacerlo más llamativo, durable, manipulable, etc.
- Incremento en el proceso de comercialización y oferta del producto o servicio, entendiendo las necesidades y requerimientos de los clientes para ofrecer y vender el producto en base a estas.
Ahora bien, el proceso de innovación cuenta con cuatro fases que se deben seguir para garantizar el éxito:
- Diseño: Puede ser un diagrama, esquema o ficha técnica que contenga la información definida del producto en un proceso creativo.
- Prototipado: Volver realidad los elementos del diseño.
- Validación ante el mercado objetivo: Acciones que nos permitan conocer la opinión de los clientes respecto al producto o servicio.
- Mejora del producto hasta llegar a la versión final: tener en cuenta la opinión del cliente y hacer sus pertinentes ajustes.
Independientemente del proceso en que se encuentre tu empresa hoy, es fundamental mantener vivos y activos los procesos de innovación puesto que siempre habrá necesidades por suplir y aspectos que se puedan mejorar. El pensar constantemente en nuevas acciones de venta, estrategias de negocio y propuestas de valor propiciará su crecimiento.
Sin duda, innovar es todo un reto, pero en Empropaz siempre estaremos para acompañarte en este y todos los procesos que acerquen cada vez más tu idea de negocio al éxito. Tenemos más información de valor para cumplir este objetivo para ti y todos los microempresarios en nuestra sección “Así se hace”.